hablando un poco sobre el proyectooo....

Quería manejar de una manera plástica mis inquietudes sobre mi propio narcisismo un poco en relación a mi homosexualidad.

En sí siempre he creído que el desempeño de un individuo en cualquier relación interpersonal está limitada , uno ve al otro interpretando desde sus propios límites de conocimiento. Al intentar entender a cualquier persona siempre se proyecta un YO en el otro individuo, y la problemática está en que a los demás no se les puede entender a partir de una proyección de tu propia persona. No siempre la proyección tendrá el resultado lógico de un reflejo.

Antes de este proyecto me consideraba completamente fanática de mi propia imagen. Al trabajar con esto me hizo cuestionar de manera drástica ese placer, encontré que mi amor propio era, en su mayoría, simplemente amor a mi físico, y encontré que era completamente condicional. Haberme declarado fanática de mí misma fue un fraude, puesto que era a un nivel epidérmico y ni siquiera era firme. Encontré que no tengo siquiera una noción de mí como para que esto siquiera sea idolatrado.

Previamente había trabajado con un proyecto de divulgación de mi diario, a través del video. Este proyecto se desvió una producción activa de una serie de videos cortos. Los videos con contenidos sencillos que se publicaron a través del Internet. En los videos siempre salía yo haciendo alguna wacción, generalmente eran grabaciones de mí cantando canciones de artistas que valoro. Al tener respuestas de extraños generó distintas sensaciones al verme, cuestioné mi amor propio, generó vergüenza, odio, incluso hasta generó sadismo hacia mi propia imagen. Sensaciones que no eran nuevas, al contrario, las conozco desde siempre, sin embargo no las considero de manera constante en el momento de declararme mi propia amante incondicional.

El proyecto de mi propio narcisismo se encontró con una dificultad irrefutable, dejó de ser placentero verme tanto, y empezó a ser contradictorio. La mera imagen de mi físico es insuficiente, he dejado de reconocerme. Al verme dibujada no hay aspectos profundos con los que me identifique, no siento un arraigo sentimental a mi imagen, perdió su valor.
Sin embargo, el verme en un espejo sigue siendo una experiencia extraña. Es más fuerte que verme en una foto o en un dibujo. La experiencia frente a un espejo es vertiginosa, hay una simetría en movimiento que me sigue fascinando. Mi mente sigue trabajando y sé que lo que está delante es simplemente una imagen en una superficie plana, sin embargo es la imagen de un individuo que me cuesta trabajo reconocer como mi persona pero sé qué está pensando.